domingo, agosto 19, 2007




Columna de Opinión


Y que le pasa al compromiso?






No extrañaría que las instituciones financieras agregaran dentro de su análisis de riesgo crediticio, el comportamiento sentimental de los y las postulantes.




Por Augusto Scarella Arce




No eres tú, soy yo. Necesito un tiempo para repensar mi vida. Me hago a un lado, mereces ser feliz. Te falta tiempo para saber que quieres.




Son algunas de las frases, utilizadas con frecuencia cuando ya no sabes que hacer con un compromiso "del corazón". Maestramente tecleadas desde un pc, que puede estar conectado gracias al wi - fi hasta hasta en el wc, por asociación mental simple; despachas dos veces sin tener siquiera que mirar a la cara al otrora "pedazo de ti" que se va tecla tras tecla.


¿Se entiende la vulgar asociación?....




Ambos sexos hemos ido en búsqueda de la liberación y modernidad de las relaciones. Se extrae de ellas, la falta de compromiso. Una recién conocida amistad, de lozanos veintitantos, me confidenciaba que estaba dispuesta a tener una relación sentimental, eso sí tras un verdadero chequeo que ojalá se aplicara en cuestiones como el Transantiago, minimizando las posibilidades de fallas al máximo.


Podría entenderse como consecuencia sicológica de malas experiencias, pero no; la continuación de su relato sí me sorprendió. "Pareja, más nunca matrimonio. Tay loco?". O sea compromiso pero con escotilla de emergencia. Por siaca......, antes que me "cagues tu a mí, te cago yo a tí". ¿Una complicada hipótesis, digna más de estrategia militar que del corazón?.




Experiencias de relaciones sentimentales fallidas conocemos todos a decenas. Día a día sabemos de nuevas rupturas a veces insospechas, otras no tanto, que nos hacen pensar en donde queda el compromiso. Es tal el monto de los fracasos, que no me extranaría que las instituciones financieras agregaran dentro de sus análisis de riesgo crediticio, el comportamiento sentimental de los y las postulantes. ¿Cuantas relaciones ha tenido Ud? ¿Cuantos fracasos lleva?. Deberá pasar por nuestro departamento de evaluación sicológica antes de la aprobación.


Claro, porque un hipotecario a veinte o mas años, es harto plazo como para la relación de hoy pueda disolverse en el camino y el crédito en consecuencia funar.




La comodidad de la impersonalidad de las comunicaciones, favorecen en todo caso la etapa siguiente de todo fracaso, las recriminaciones. Los abogados tienen casos casi armados: "En email escrito en tal fecha, mi cliente comunicó su decisión a la contraparte la cual, tomó conocimiento con fecha tal".




Me niego creer lo afirmado por otra de mis casuales entrevistadas: "No existe el romanticismo, para eso están las películas", enfatizaba mientras me "xateaba" con hartos monitos emoticones entre letra y letra. "Ser un romántico empedernido lleva a puros forros y a ser catalogado de baboso" me disparó un congénero. El miedo de demostrar la realidad de los pensamientos está atiborrando el ambiente.




Queda patente la soledad que se lleva dentro, que tal vez sea una de las explicaciones de porque tanto pub o similar son verdaderas fábricas de curados (adas) que terminan en medio de un choque u forro similar. La necesidad de evadir algo que es indiscutible en la realidad del "ser" humano; sociable por naturaleza, el aislamiento nos juega un elemento gravitante para la estabilidad sicológica.




Preparar verdaderas listas de chequeos minuciosas, cuestionarios investigativos y otros artilugios como averiguar hasta el árbol geneaológico buscando el pariente directo chalado que pudiera incidir en el comportamiento de mi futura "partner" no ayuda.




La receta no la tengo. Supongo y asumo que solo una buena comunicación y la fé en la raza humana pueden ayudar en terminar esta verdera plaga que nos está consumiendo.






















JUECES AL BANQUILLO:
DEFENSA ALEGA INEXPERIENCIA

Por Augusto Scarella Arce


Los jueces del crimen son hoy en día, blanco de las críticas de la sociedad frente a los publicitados problemas del sistema judicial chileno, a dos años y dos meses de comenzar a aplicarse la reforma procesal penal. ¿Hasta que punto incide la inexperiencia en sus actuaciones fallidas?

Sergio Muñoz, ministro de la Corte Suprema, es uno de los que más saben de los problemas de los jueces de garantía y de los tribunales orales en lo penal. Conocido por ser uno de los ministros de la Suprema que aplican medidas disciplinarias a los integrantes del poder judicial, es quien monitorea la reforma procesal penal en todo el país, además de integrar la comisión de modernización y la primera sala civil.

Consultado en una nota de prensa sobre la incidencia de la inexperiencia producto de la juventud u otros factores en las resoluciones de los jueces señaló que: “Los jueces son conocedores de las normas legales, no se refiere a la falta de capacitación de ellos. Además, lo que ellos hacen está ajustado a las disposiciones legales. Yo me atrevería a decir que es un tema de inexperiencia. Yo reitero lo mismo que ha dicho el gerente de Paz Ciudadana ¿quién tenía experiencia antes del 2000 en la aplicación de la reforma procesal penal?. Y casi todos los jueces que están acá en Santiago, han venido de otros lados o son jueces del sistema antiguo. Entonces, no es un problema de juventud”. (El Mercurio).

En un análisis realizado en diciembre del 2005 por el Instituto de Estudios Públicos de la Universidad de Chile, referido a la reforma procesal penal, la opinión de las policías fue tajante: “La inexperiencia de jueces y fiscales han llevado a cometer errores de procedimientos que han resultado en fracasos investigativos y sus resoluciones posteriores”.

En esa misma línea, el Presidente de la Corte de Apelaciones de San Miguel, José Contreras, manifestaba a fines de noviembre del año pasado en declaraciones al diario La Nación: “A los jueces orales de Puente Alto no les falta criterio, sino experiencia”. Ello, ante las críticas cruzadas emitidas por la Fiscalía Sur y la Defensoría contra la creciente curva de juicios orales anulados atribuyendo los hechos a la inexperiencia, al cansancio provocado por juicios extensos y a la presión de emitir veredictos inmediatos.

En base a lo anterior y considerando la corta aplicación que ha tenido la reforma procesal en nuestro país, resultaría imposible que los jueces, pese a ser conocedores de la ley y su aplicación, hayan podido efectivizar prácticamente los nuevos procedimientos, algo que a la luz de los diversos actores internos del sistema judicial y estudiosos en la materia - citados en la presente crónica- confirman fehacientemente.