Patio e' Tango

Augusto Scarella Arce

Las cortinas de rojo lino oscuro son la antesala de un mundo distinto, donde el tiempo se detuvo y el baile, principal protagonista, es el encargado de convocar cada viernes y sábado, las almas sin edad, de quienes vienen ritualmente al son del ritmo que les llama hipnóticamente.

Ellos visten de impecable negro, ellas con vaporosos géneros desafiando el frío externo. Los zapatos que calzan, denotan la calidad de profesionalismo de quienes de cuando en cuando y con una galantería de esas que solo se ven en las historias filmadas, salen a la pista a demostrar el desarrollo de su arte.

El Patio E’ Tango tiene sus adeptos incondicionales. Por su pista de baldosas oscuras y claras, danzan los mejores exponentes del tango criollo, para deleite de quienes observan desde las mesas las cuales formando un conjunto armónico de colores rojizos, rodean el gran salón. Los cuadros del inmortal Gardel, que adornan las paredes, poseen el detalle justo evitando sobrecarga del peculiar y sobrio estilo del lugar.

Fernando Luco es un incondicional de este patio. En un perfecto traje negro y rodeado de dos amigos de la infancia, a sus ochenta y "tantos", comenta que lleva más de veinte años dedicados al tango, conduciendo programas en Radio Panamericna y en la desaparecida Radio Nacional. Alguna vez pensó que producto de las cambiantes modas, el tango desaparecería en Chile, pero, luego de ver como cada vez más jóvenes se interesan en éste arte, es tajante en reiterar que “Tango hay para rato”.

La cena hecha en casa, desde el pan hasta la torta del postre, reafirma la calidez de un club que se esfuerza por sostener un pedazo de historia en un siempre innovador y cambiante Santiago.

No ha sido fácil la tarea. Las constantes amenazas de expropiaciones y otras, producto de lo codiciado del paño de terreno, han hecho peligrar la continuidad del lugar.

¿Qué harían los parroquianos?. ¿La Sra. Elvira que viernes tras viernes se engalana y parte al salón a beber té mientras espera pacientemente la llegada de alguna pareja?. ¿Don Vicente, que durante la semana se remueve entre los fierros de una construcción, para el viernes vestir de negro riguroso y tras sus mejores perfumes, traspasar el umbral de lino rojo donde el tiempo real se detiene?

Es toda una experiencia este Patio e’ Tango. Quienes estuvimos alguna vez allí, podemos dar fe de su mágica atmósfera.

Patio e' Tango

General Bulnes 12

Santiago