miércoles, enero 09, 2008



Verano hot

Por Augusto Scarella Arce

Cuando los calores arrecian, en Chile la ropa se aliviana o se elimina, tal como hemos visto en los últimos días en algunas portadas.

Además, se modifican equipos de trabajo para el segundo tiempo, se renuncia a partidos, se hacen hoyos (hasta marzo en las condes), se suben combustibles, se devalúa el dólar. Todo bajo temperaturas elevadas.

Nadie alega mucho por lo mismo. El calor nos adormece y con ello, nuestras reacciones son más lentas, menos activas, dejamos hacer. Si hasta algunos “bachi-ministros” ayer en Valparaíso alertados de su necesaria presencia en la capital, volvieron respetando hasta la última señal de tránsito para acudir a la señal emitida por la “bachicueva”. Solo uno de los llamados, hubo de ocupar -no sus alas de murciélago- sino un helicóptero verde (y no era del avispón), puesto porfiaba en mantenerse cerca del mar y era nada menos quién debía tramitar los recientes nombramientos.

Nuestra mente está, consiente o no, mirando lánguidamente hacia la costa, sinónimo de asueto, añorando y envidiando a los que ya gozan de un merecido descanso en estos días.

¿Y nos preguntamos porqué la producción baja? Conozco por ahí ejemplos como el de cierta avecilla que se levanta temprano en la mañana y luego de sudar y hacer sudar, queda a disposición de Morfeo y Baco el resto de la jornada, más no de Afrodita, la diosa de la lujuria, lo cual podría poner interesante el creciente tedio, ¿No?. Todo ello con cargo a la "espera" de las ansiadas -y por cierto justificadas- vacaciones aplazadas, en su caso, por años.

Como ella, muchos chilenos se toman su tiempo en estos días de altas temperaturas. Nadie responde con premura el teléfono y nos da lo mismo llegar atrasados en el famoso Transantiago. Las cuentas se pagarán mañana si alcanzamos y sino será pasado.

Este aroma a provincia relajada nos invade año tras año en estas fechas. Santiago parece estancarse desde las fiestas de fin de año y hasta inicios de Marzo, donde el rodaje comienza locamente a funcionar nuevamente.

Mientras tanto, descanso y relajo esperan a los unos y los otros, en cualquier paraje que no sea esta ciudad atiborrada de reglas, vías exclusivas y desvíos de tránsito.

El verano nos espera. Hot, en el caso de este año en Santiago, solo nos despierta para admirar indumentarias osadas, experimentos nudistas o una que otra desavenencia menor, producto de lo que he denominado como MTL (mucho tiempo libre) que hace trabajar la mente innecesariamente en cosas innecesarias con resultados igual de innecesarios.

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