viernes, octubre 12, 2007


PATRICIA ESCALONA CÁCERES, una periodista con trayectoria docente:


No pretendo llevarme a la tumba todo lo que he aprendido”



La directora académica de la Escuela de Periodismo de la Universidad de las Ciencias de las Comunicaciones, UNIACC, nos entrega su visión de las actuales generaciones de periodistas y el desarrollo de la profesión.


Por Augusto Scarella Arce


Han transcurrido ya treinta y cinco años, desde que PATRICIA ESCALONA CÁCERES, soltera, sin hijos, obtuviese su título de periodismo en la Universidad de Chile.
Desde entonces, una larga trayectoria profesional y académica le han hecho merecedora del reconocimiento de sus pares y sobre todo de sus alumnos, generaciones que año tras año se titulan luego de haber aprobado sus tesis; proceso que para PATRICIA ESCALONA constituye una de sus responsabilidades más importantes en la UNIACC.


En las siguientes líneas, quisimos conocer algo más de la trayectoria y proyectos de la actual – y por doce años- integrante de la Escuela de Periodismo de la Universidad de las Ciencias de las Comunicaciones.


Nos citó un día de semana a su oficina, ubicada al ingreso de la Escuela de Periodismo, la que posee una pared completa de vidrio permitiendo observarla en su diario quehacer a quién circule por ahí. Una puerta siempre abierta, un par de sillas frente a un escritorio atiborrado de papeles y un computador encendido, completan el panorama.


¿Dónde inició sus actividades profesionales?


Comencé en el diario La Nación, Posteriormente en uno que se llamaba La Patria, para seguir en El Cronista y luego vino La Tercera. Además, dirigí la Agencia noticiosa ORBE, nos señala rápido y sin titubear, mientras mira su computador y nos dedica unas cortas pero profundas miradas a los ojos, haciéndonos ver que sí está con nosotros. Y también con el mail que comienza a escribir.


Es que PATRICIA ESCALONA CÁCERES conocida por su indomable espíritu laborioso, no pierde un segundo ante la gran cantidad de actividades que debe cumplir. No es menor el dato que los días sábados tome un avión a Concepción a las ocho de la mañana para dictar un taller de profundización de periodismo de opinión y retorne en las tardes en el último vuelo disponible. El teléfono comienza ahora a sonar, añadiendo una nueva distracción. Pero ella impertérrita, segundos después de colgar, nos sonríe y nos dirige un cálido ademán que junto a su mirada nos invita a continuar. Patricia está lista para la segunda interrogante.


¿Dónde se ha desempeñado como docente?


En la Universidad de Chile, Diego Portales, Gabriela Mistral, Del Desarrollo y la Uniacc, donde cumplí ya doce años.


¿Porqué hace docencia profesora?


No pretendo llevarme a la tumba todo lo que he aprendido. Con la docencia se continúa uno perfeccionando. No soy una ególatra que considere que todo lo hago bien. La docencia exige estudiar, mantenerse informada, revalidarse continuamente.


¿Su opinión sobre las nuevas generaciones de periodistas?


Muy cómodos. La modernidad los hace ser así. En las conferencias de prensa se entregan hasta los textos escritos de lo que se tratará. Entonces, se conforman con lo que les dan y no buscan lo que deberían. Son asimismo menos críticos. En general no poseen esa inquietud innata de aprender cada día un poco más. Creo que la televisión es una de las grandes responsables. Entrega todo digerido. El consumidor no hace ningún esfuerzo. Pura comodidad.

Me recuerdo en mis tiempos de reportera. Cuando se hacía todo por télex. En una oportunidad en Núremberg, apreté reiteradamente una tecla que para mí era una cruz de malta, pero que desordenaba el texto a la llegada al receptor. El resto de los periodistas acreditados esperaban que ésta imberbe colega dejara de perder hojas y hojas de papel por mi torpeza. Todo era más difícil sin la tecnología de hoy.

Asimismo, recuerdo que el fallecido Papa Pablo VI en el Vaticano reunió en su biblioteca a todos los periodistas que se encontraban acreditados cubriendo el resultado de la mediación de la iglesia ante el inminente conflicto entre Argentina y Chile. Su Santidad se dirigió a los profesionales diciéndonos que éramos los verdaderos responsables de que no estallara una guerra debido a nuestras publicaciones. Me puso su mano en mi cabeza, bendiciéndome. Tenía posteriormente que despachar, me tiritaba todo, no podía escribir, las lágrimas me corrían. Hube de improvisar. Las generaciones de hoy, pareciera que no se afectan por nada, todo les es igual. El sentimiento lo tienen dormido y con ello el espíritu de búsqueda, esencia de un buen reportero.


Ya han pasado por sus conocidas exigencias quince generaciones de periodistas. Es difícil no verla como profesora. En este punto de la entrevista, adivinamos su verdadera pasión por lo académico. Toma un nuevo ángulo de ubicación en la silla de su oficina y ahora sí nos dedica toda su atención. Hemos logrado capturar la de ella.


¿Cuál es la razón de haber mantenido el puesto de directora académica y no haber postulado a cargos de mayor relevancia dentro de la escuela de periodismo que han quedado vacantes en algunas oportunidades del pasado inmediato?


No necesito de mayor relevancia que la que ya tengo. En este puesto jamás pierdo el contacto con los alumnos. El diálogo con ellos me enriquece permanentemente. Me enseña. Y no mire a menos el puesto que poseo, la relevancia del mismo queda manifiesta en el proceso de graduación de los alumnos, nos recalca con un brillo de orgullo en sus ojos.


¿Cuál es el género periodístico que más le atrae?


Sin duda el interpretativo. Cualquier persona puede escribir o contar una noticia, es decir hacer informativo. Pero lo que necesita la sociedad es que el periodista se la interprete. Se la haga digerible, para entenderla, comprenderla. Ahora, de opiniones, de esas estamos llenos. Debemos “ser los contextualizadores de la realidad” dijo unos días atrás, Jaime de Aguirre, Director de Prensa de Chilevisión. Creo que una buena interpretación sirve para explicarle las noticias a la gente. No cualquiera puede interpretar. Esta profesión otorga esa posibilidad; enseñar a interpretar un hecho.


¿Hay que ejercer antes de enseñar?


Sin duda. La experiencia laboral otorga las herramientas necesarias en conjunto con los textos de enseñanza. Que los alumnos no comentan los errores que yo pude haber obviado. Para enseñar a cocinar lo debes haber practicado antes, no?


Patricia es una mujer reservada. Solo señala que vive con su familia, dejando claro que no le gusta mediatizar su vida privada. Dentro de su tiempo libre nos señala que sus viajes a Viña, Parral y Chillán, el cine, el teatro y en la medida de lo posible recorrer otros países, constituyen su tiempo libre.


¿En qué proyectos está empeñada Patricia Escalona?


Tengo que entregar 15 tesis de aquí a Diciembre. Para que sus autores se puedan graduar, si es que están bien hechas……….
Por otra parte, tengo grandes expectativas de virar hacia la formación continua de adultos. La formación de postgrados de adultos es muy interesante, sobre todo para el periodismo, que según el Rector de la Universidad de Chile Jaime Lavados, debería ser una profesión de postgrado, El periodista debe siempre estudiar, aprender modernizarse.


Alguien se asoma a la puerta siempre abierta de su oficina recordando la reunión a la que ella comprometió su asistencia y atrasó por atendernos parsimoniosamente. Premunida de un block de notas, sus anteojos y un lápiz nos obsequia un furtivo beso en la mejilla, dejándonos con la sensación para suerte de sus alumnos que de PATRICIA ESCALONA -la multifacética profesora- hay para rato.

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