viernes, octubre 12, 2007




TÉRMINO DE CONTRATO


De como finaliza un contrato de palabras, reduciéndose a un acuerdo económico.
Si hay valores sentimentales involucrados; prepárense!!

Eso es exactamente lo que pedirá la contraparte............


Por Augusto Scarella Arce


Y llegamos al final del camino de la relación que juramos mantener para siempre, de la que solo quedan fotos como uno de los testimonios de tanta palabrería dicha y no cumplida. Pasadas las recriminaciones mutuas y los llantos solitarios, amén del calvario que les significó a las amistades -quienes nos escucharon una y otra vez repetir las mismas letanías mientras la herida se mantuvo abierta- viene la cordura y la planificación de lo que será la continuación de nuestras vidas.

Empezamos los repartos, se meten los abogados y hasta ahí llega la poca "buena onda" que pudo haber existido tras el final relacionado. No es culpa de los "shark´s" (tiburones), como se les llama en Estados Unidos a los profesionales de las leyes, sino de los estúpidos clientes que no logramos ponernos de acuerdo por las buenas.Se enrarece el ambiente y comienzan los juegos estratégicos. Que la estufa, que el colchón, que el cuadro.
Y para que decir si existe prole. Eso lo excluiremos de estas líneas puesto da para varias columnas. Todas tristes.
En el caso que me conmueve, fueron cinco gatos. Sí. Ha leído usted bien. Gatos. Persas, pero gatos igual. Definir que hacer con ellos cuando ambas partes litigantes están por quedárselos, ha dado para tardes de pena. Al observar sus caritas expresivas, su evidente cambio conductual (uno engordó, tres enflaquecieron y el último se esmera en dejar cagada tras cagada, la última cayéndose por creo tercera vez; dentro de la lavadora), es difícil pensar que no se afectan o que no entienden lo que se les viene.Se imaginan que las visitas "gatunas" debieran resolverlas un tribunal de la República?. Da para que un matinal se interese. O un matutino.

Embarcarse en una relación es fácil, o relativamente fácil. Uno (a) se gusta, se comparte y decide continuar junto a otra persona. Si la cosa exige mayor seriedad, pues se casan. En esos momentos de alegría y flotes en el aire, nada es menor cuando se trata de agradar a la que será la pareja para toda la vida, a decir legal y sentimental. Nadie nos prepara para el quiebre. Sin dar la lata de agregar a estas líneas datos estadísticos, quién no conoce al menos tres o cuatro conocidos (as) que hayan pasado a engrosar la estadística de algún sociólogo?. Hoy se aguanta poco. Claro pues; si es un contrato. Y se finaliza cuando no se prestan los servicios o se incumple (a decir de una de las partes) el mismo.

Para los románticos (as) imperdibles, mayor duración del luto. Pasada cierta edad, además y con algún contrato "finiquitado" o "desvinculado" (palabra elegante para decir que te echaron cagando), se hace doblemente difícil firmar otro. Porque ya se tiene la experiencia de que si existen valores sentimentales involucrados, eso es exactamente lo que pedirá la contraparte.

Pero, quién no se arriesga no pasa el río. Y no es nada de agradable llegar a anciano y no tener a quién tomar de la mano para mirar esa puesta de sol juntos. Dicho por aquellos que ya lo son. Tomar la decisión una y otra vez, pero cada oportunidad con la mano en el corazón, haciendo las cosas bien según uno (a), da la esperanza que todo funcione como debería, alguna vez.


Y sino es así; pues agenciense un par de gatos....... Frío al menos no pasarán.
Un abrazo a todos los de la paciencia. Ellos saben quienes son.


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